Ha muerto Ángel González, sin duda la voz poética en castellano más importante desde Francisco de Quevedo… y yo he perdido a mi referente máximo, al amigo mayorzote, al maestro mejor, al compañero de palabras, al hombre tranquilo que me servía como modelo de ser y estar. Desde que tuve la suerte de compartir mesa con Ángel un día ya lejano en Rivas Vaciamadrid, gracias a mi otro amigacho José Luis Morante, comprendí que tenía la hermosa suerte de sentir lo mítico con todos mis sentidos y esa divina sensación se fue acrecentando en los diversos encuentros que tuvimos con posterioridad. Cuando vino a Béjar, Ángel me contó que en su juventud viajó mucho hasta aquí desde Oviedo, pues tenía por entonces una novia bejarana que le traía de acá para allá fruto de un enamoramiento fascinante. Y las lágrimas me llegan a los ojos recordándole beber justo cuando llegaba su horita Hemingway, ayudándole a salir de todos los locales que cerrábamos [no sé si por la cobardía que le producía su visión m...
Bitácora de Luis Felipe Comendador