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Mostrando entradas de mayo 21, 2006

Kukusai

Ahora me doy cuenta de que toda la vida he andado buscando una columna vertebral para cada una de mis palabras y, sin embargo, sólo he logrado que se apoyen en una columna de huesos viejos y ajenos que puede desmoronarse en cualquier momento. Joan Brossa y sus «poemes visuals» consiguieron una obra bien cordada. Como última opción podría dedicarme a robarle sus vértebras para hacerlas mías. (11:07 horas) Cuando Descartes dice en sus «Meditaciones metafísicas» que Dios podría haber previsto que el hombre no se equivocase nunca, está sometiendo a duda su entendimiento y el valor de Dios. Cuando yo pienso en alto que Dios no existe, quiero elevar una certeza del campo de la especulación –donde no debiera haber estado nunca– al de las afirmaciones taxativas. Lo malo es que esta verdad alumbra el fracaso de casi toda la humanidad y, por tanto, resulta tan poco práctica que, como mucho, debe quedarse en verdad individual y privada. Y con esa verdad se hace daño, se hiere... pero es una verda

Ransetsu

Llegan a mis manos nuevos libros por el arte de magia del correo, y me quiero detener en uno de ellos especialmente, el libro de un solitario de Antequera con las ideas fijas y poco prácticas que yo también tengo algunos días. Agustín Porras se llama el mozo, enconado en la edición de ruina siempre, amante fiel de la literatura buena –no de la literatura práctica– y nombre con apellidos de aquel estupendo proyecto llamado «Poesía, por ejemplo» o del más cercano –y muerto– papel de redenciones «Primera piedra». Agustín Porras, el coleguita al que no veo hace siglos, me ha enviado su libro, su primer libro, después de un millón de años... y me alegro tanto, que le guardo un abrazo fuertote, uno de esos de celebración a lo grande. El libro –«Ojalá» se titula– es de Huerga y Fierro editores y da fino en el tono de un poeta bien entrenado que por fin soñó que se entregaba a la muerte, que perjura silencios y se queja de retórica o que bellamente susurra que «no hay mejor poema que haberos c

Bashoo

Otra vez asuntos económicos para sacarme de quicio, asuntos económicos y telediarios hirientes con declaraciones abiertas del monigote Acebes cargando contra la emigración y apellidándola de delincuente, asuntos económicos y un huracán Zaplana devorando los restos de todos los naufragios, asuntos económicos y no saber qué hacer con Youssouph y Malick (mis «delincuentes» más queridos), asuntos económicos y el retorno de un Jedi que me habla de la esencia de Dios y de su santísima madre (Madre), asuntos económicos y todo un tratado de la utilidad para sentirme por unos minutos la calavera de don René Descartes... Asuntos económicos, asuntos políticos, asuntos morales, asuntos religiosos... mezclándose con los conocidos asuntos fisiológicos que tan amplia zona ocupan en la ciencia escatológica. Mañana haré un viaje comercial y espero sacar de mí al mejor escritor para vender, la mejor máscara. (15:28 horas) Lo que objetivamente está en el mundo, ¿a quién pertenece?... y lo que lleva calid

Saigyoo

Hoy me ha llegado una buena oportunidad de expresión gracias al colega Manuel Ambrosio Sánchez, que me ha invitado a dar una charla en el curso «Cultura, cooperación y desarrollo» que se celebrará en Guarda (Portugal) durante los días 3 al 7 de julio dentro del programa de cursos de verano del Centro de Estudios Ibéricos luso. Y he escogido un tema que me llena de ganas de hablar, nada más y nada menos que intervendré bajo el título «Activismo cultural y social en los márgenes institucionales». Espero no defraudar y ser capaz de decir todo lo que debo decir. Andarán por allí Jesús Málaga, Mª Jesús Miján, Fabio Rodríguez y Nuno Júdice, un gran poeta portugués con el que hace tiempo crucé algunas cartas e intercambié materiales. (23:01 horas) Mi discurso constante sobre la nada es pura pose, lo sé, pero me gusta fingir a la vez que creerme que manejo algo infinito con cierta soltura. Y la infinitud es incierta porque sobrepasa al saber, como la nada es incierta porque se concreta sólo en

Seisensui

Encuentro chulo con jóvenes del IES Ramón Olleros propiciado por Antoñito G. Turrión. Se han tirado una semana leyendo mis poemas –pobres chavales/as– y hoy me han comentado sus impresiones y yo les he contado las mías. Este tipo de historias animan a seguir, y más cuando los chicos advierten en voz alta que mi poesía es fácil de leer y de entender. ¡Mil gracias a todos! (15:27 horas) Me apetece escribir sobre lo que no he hecho por descarte o, simplemente, porque la vida se ha retorcido en otros caminos. Escribir de los amores y los odios pendientes, de la brasa que nunca logró encenderme, de las historias truncadas, de los libros que sólo escribí en mi cabeza y de las verdades que no me alcanzaron porque no me dejé o porque sencillamente no estaba para la verdad. Pero, ¿cómo empezar? El camino que piso, por sí solo ya agota todo mi tiempo, ¿cómo meterme en los caminos no hollados y salir ileso? Y para colmo, mi trabajo es cada día más abrasador y se encarga de nublarme la cabeza con

Igarashi

Tensión furiosa y un poco de cansancio es lo que me ha quedado del fin de semana, todo un «güiquend» dedicado a maquetar para el Festival de Blues de Castilla y León... inventando textos, sacándome fotos de artistas de la chistera o de las puñetas de mi polo Lacoste, perpetrando anuncios y colocando y descolocando logos institucionales... como si me hubiera ido a París o como si estuviera desentrañando los entresijos del pelotudo Priorato de Sión. El relax (?) me lo di el domingo por la noche en el cine. Ángeles y yo fuimos a ver el petardo de «El código Da Vinci». La sesión de las 23 horas es mortal de la muerte si la peli es mala, y ésta lo era hasta el punto de pegar varios cabezazos en pareja. Sinceramente, no entiendo cómo el tipo que escribió esta historia de la nada se está forrando, a no ser que estemos viviendo entre una pandilla de mingaslacias. Y lo peor es que me jodieron la imagen de mi Amelie, deformando aquel gesto divino en una cosa afranchutada y cutrera. Purita pena n