Tarumba tarambana... y le gustaba el vinito de las dos y el de las dos y media... y jamás le vi sin su traje y sin esa corbata elegante que nunca le faltaba... y quería a sus hijos hasta no enfadarse nunca. Un día me dijo... “ cuando inventen la televisión en relieve, me compro una para mí solo ”... y se reía con aquella risa franca e inigualable de hombre bueno sobre todas las cosas... y tenía también un puntito picante saladísimo y a su hijo mayor le llamaba Manel o Gerardo, todo en función de las circunstancias... y yo lo sentí siempre como un segundo padre, coño, el padre de mi mejor amigo, un padre que siempre jugó a ser colega de sus hijos y de los amigos de sus hijos... y recuerdo que un día lloró hablándome de Loli, su esposa, pero luego no le volví a ver más que con aquella deliciosa sonrisa, siempre con ella a todas partes... y me hablaba de Goya... “ es la mejor, Felipe, la mejor, me tiene como a un príncipe y me pone de comer todo lo que me gusta... ”. El pasado verano c...