En esta rueda de relecturas que he iniciado, me doy de frente con Miguel Suárez, un poeta que siempre olvido en el fondo de cualquier sitio y que termina apareciendo con esa “Perseverancia del desaparecido” que es marca en él. Miguel es un poeta extraño que me gusta mucho, un ejemplar difícil de encontrar ya en este tiempo de prisas y reprises. Se mueve de otra forma, camina en otro tiempo [que no tiene por qué ser pasado… ni tampoco futuro], habla de otras verdades y de otras intenciones… No sé, pero me encanta [“… Erguido tú / surgido de entre las sombras / silba que aún no conoces / años indiferentes.”]. La última vez que coincidí con Miguel Suárez fue en uno de esos encuentros moguereños que tan bien organiza Antonio Orihuela. Miguel aparecía y desaparecía como el Guadiana, siempre con una copa en la mano. La última imagen que tengo grabada de aquel encuentro es a Miguel recogiendo monedas de los colegas para poder pillar billete hasta Pucela… se había fundido todo lo que llevaba m...
Bitácora de Luis Felipe Comendador