17 de enero de 2009 Son muy pocos días los que separan éste del que di por finalizado mi poemario “Dientes de leche”, y, sin buscarlo –andaba pensando en tres o cuatro editoriales a las que enviar el original, que por fin está ordenado a mi gusto–, acabo de recibir la llamada de Fabio para preguntarme que si me apetece publicarlo con él en “Delirio”, donde ya salió hace unos meses “No pasa nada si a mí no me pasa nada”. Y nace otra esperanza para poder soportar mejor este trago de meses en crisis de casi todo. La posibilidad de ver mi libro impreso me hace absolutamente feliz, sobre todo porque el libro me gusta, porque dice de mí lo que he sido durante los últimos dos años y tiene posibilidad de crecer en el lector. Y me gusta, además, porque Delirio es un sello fresquito, pujante, bien diseñado y muy adaptado al hecho poético que me gusta; porque Fabio está ilusionado en ser y hacerse ese editor que falta en el mercado hispano [ya lo está consiguiendo] y porque me gusta crecer con lo...
Bitácora de Luis Felipe Comendador