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Ya quisiera yo hacer monigotes de niño chico...


Llego a mi estudio después de ver cómo Fernando Alonso destroza el motor de su Ferrari y me encuentro otra vez con esa anonimalia empeñada en ser mi conciencia paradigmática/enigmática, diciéndome que me dedique a ‘estudiar’ y que deje de hacer esas cosas que no son collages y que más bien parecen ‘monigotes de niño chico’ [ya quisiera yo hacer monigotes de niño chico, coño, que eso sería un triunfo en toda regla]... es que hay que ser cabezota... venga a insistir con lo mismo... que yo hago lo que me apetece y lo llamo como se me antoja y lo sumo a mi diario porque es la huella personal de mi tiempo individual y me gusta acumularlo y dejarlo todo juntito para mí, porque me encanta tener mis cosillas juntas en un cajón virtual, ya que todo lo pierdo a los dos minutos, y no pido respuestas [y si llegan, sean del calibre que sean, me gusta que vengan con la cara puesta y no a escondidas, que ya he repetido mil veces que no soporto la piedra tirada y la mano oculta]... en fin, que me lo pasé de maravilla esta SS recortando, pegando, pintando y escribiendo... aunque todo sea purita bazofia, que por ahí le andará [siempre por comparación, claro]... y es que disfruto con la simple expresión, sea mediocre o extremocre, me siento vivo intentando decir, pegando trocitos de papel como si fueran aquellos viejunos cromos Maga o haciendo pegatinas gigantes con las que intentar metáforas del mundo y sus partes...
Y sí, claro que tengo que estudiar, de todo tengo que estudiar, porque la verdad es que cada día sé menos que el anterior [tengo menos certezas] y siento un gusanito de falta que lo pide a gritos... pero para decirle a uno que tiene que estudiar habrá que ponerse antes en antecedentes y en referencias, habrá que mirarse en el espejo y esperar a que te diga: “tú le puedes decir a otro tipo que tiene que estudiar”... y luego hacerlo de cara. Y, después de decírselo de cara, quizás tengas que demostrarle algo que te acredite como persona válida y validada para decírselo.
También podría mirarse el asunto como que quien ‘hace’ está en proceso de aprendizaje y es por eso por lo que ‘intenta’ con mayor o menor fortuna... y a lo mejor eso es estar ‘estudiando’ y ‘aprendiendo’ por el estupendo sistema de acierto/error... en fin, que lo que más me enfada del asunto es ese anonimato insistente, miedoso y puñetero.
Y que vinieron You y Sandrita [ya hermosona con su embarazo] y charlamos un ratillo de cómo nos van las cosas mientras les hacía unas fotocopias que necesitaban... y que me compré una Coke para tomármela a solas en mi estudio mientras escribo estas palabras... y que el día amaneció radiante de luz e hice amago de salir a fotear por ahí, pero este dolor de espalda que llevo puesto me convenció para que me quedase sentado en esta silla... y que leí de corrido casi la mitad de “Diarios de las estrellas”, de Stanislaw Lem, y que es divertidísimo y está lleno de pensamientos muy atinados sobre el hombre antropocentrista que somos... y que me fumé unos cigarrillos con verdadero gusto y con esa lentitud de los bueyes tan Llamazares... y que luego leí con sumo placer la conversación que tuvieron un día Danubio Torres Fierro y Jaime Gil de Biedma sobre “Memoria, experiencia, poesía”... y que limpié los baños de la imprenta con lejía y amoniaco [estaban indecentes]... y que barrí y fregué la sala de ordenadores y la recepción... y que hice las correcciones del programa EQUINOCCIO 2010 para tenerlas listas para tirada mañana a primera hora... y que contesté un par de correos de amigos... y que me puse a dibujar guardiaciviles sin manos en uno de mis cuadernitos de tuneos... y que ahora me voy a comer tranquilamente a casa y quizás me tumbe media horita a ver la tele y a descansar.

Comentarios

  1. Desde luego que su anónimo no es un maestro, los maestros nunca dicen esas cosas, puede ser que sea "profe", sí, los profes son de otra calaña, sobre todo los sub-titulados.

    urah.dal

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  2. Me dejas copiar aquí un trocito de Umbral? ¿eh? ¿sí?
    Pues ahí va:
    El niño y los colores. No hay inhibiciones para el artista infantil. Pinta y ya está. "Si el sol dudase un momento se apagaría" escribió Blake. Los niños son pequeños soles porque no dudan un momento. Mi hijo se pone ante el papel ignorando que hay siglos de pintura detrás de él. No experimenta el peso inhibitorio de la cultura. Acaba de inventar la pintura. Pinta, colorea, dibuja, moja el pincel aquí y allá.. no importa lo que hace ni si lo hace bien o mal, importa esa maravillosa libertad del niño, la ligereza mental que le permite apoderarse del mundo sin esfuerzo. ASÍ HAY QUE CREAR. Sólo haciéndose como uno de esos pequeñuelos se entra en el reino de la creación artística. El niño es la creación sin angustia.
    -Y ya sabes, LF, que tú eres un niño grande-
    Bsines

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