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De la radio mientras trabajo y dos celebraciones emotivas



Se suceden los días y ando agobiado de curro [ya era hora, coño] hasta el punto de que en la imprenta apenas nos comunicamos [cada uno anda a lo suyo]... esta vuelta a tener labor me tiene algo más vivo mientras oigo de lejos la radio que Paco tienen encendida junto a su máquina... a veces pone Radio Tormes, una cadena de música pasada [demodé] que más o menos se me hace soportable, pero a ciertas horas conecta con una cadena de Béjar y al ratito me veo obligado a pedirle por favor que cambie de emisora, pues se me hace tan insoportable, que no me permite concentrarme en mi trabajo y lo hago todo mal... la razón es un programa con tertulianos espoleados por el locutor para que dejen la idea constante de que todo se hace mal en nuestra ciudad... así, los tertulianos se transforman en altos expertos en jardinería y riego, en tráfico urbano, en gestión cultural, en urbanismo, en gestión de residuos, en nuevas tecnologías, en administración, en macroeconomía y en microeconomía, en turismo... ‘expertos’ en todo lo pensable y lo impensable... y, claro, aportan sus ‘sensatísimas’ opiniones para argumentar la idea general del programa, que no es otra que en Béjar todo está fatal, todo funciona mal, todo se gestiona de pena [idea que el conductor del programa pregona hasta con sarcasmo]... gracias a que Paco me hace caso [no sé si dándome la razón] y cambia de emisora, mi trabajo vuelve a tomar tono y sigo adelante con velocidad.
Mi opinión al respecto es que ese baño diario de basurilla mediática responde a la libertad de expresión [estoy con ella, claro], pero también a la utilización de un medio de difusión para encauzar la opinión de los paisanos hacia un lugar que todos conocemos... y todo estaría bien si el grupo parlante se configurase en opción política y se presentase a unas elecciones para demostrar que lo que dicen sin reparo también son capaces de llevarlo a cabo en la justa realidad... mientras, dejan nadando una idea de la ciudad realmente triste y nada atractiva para quien los escuche [flaco favor nos hacen con respecto a quienes nos visitan], yo diría que la peor ciudad del mundo por donde se la mire... y aquí me gustaría reflexionar sobre si es digno utilizar un medio de difusión destinado al público en general para hacer pagar viejas deudas personales, para dejar salir fobias y rencores individuales y para capitalizar caminos de opinión a costa de lo que sea... la pena es que hay algunos tertulianos a los que conozco personalmente y a los que aprecio, y me molesta mucho verlos utilizados solo por el absurdo narcisismo de dejarse oír por las ondas... prefiero otros tonos y otras formas.
Yo, por mi parte, hace dos semanas tuve la oportunidad de ser entrevistado por la Cadena Ser nacional, exactamente en el programa “A vivir que son dos días”, dirigido durante el verano por Lourdes Lancho [acompañada por la inefable Jaio, un cielote], y busqué la primera oportunidad que me dejó Lourdes [era una entrevista de carácter literario] para invitar a todos los oyentes a visitar Béjar, mi ciudad, con la afirmación taxativa de que no se arrepentirán jamás de haber venido a mezclarse con nosotros... y todo ello a pesar de que me molesta un punto en lo personal que la ciudad se llene de visitantes [circunstancia de la que me quejo con frecuencia, pues amo a mi ciudad de invierno]... y ahora quiero decir muy claramente que la ciudad de Béjar es lo que es y tiene lo que tiene [que son muchas cosas] gracias a sus ciudadanos y a sus políticos [inclúyanse todos los partidos que han podido pasar durante el periodo democrático por nuestra Casa Grande], y que cualquier voluntad de ‘hacer’ [sean cuales sean los resultados] es digna de ser agradecida y hasta reconocida... y empezar a hablar bien de nuestra tierra, a venderla al exterior con optimismo y sin exageración es nuestra responsabilidad como bejaranos, nos situemos donde nos situemos... y es desde este punto desde el que no puedo entender que en ciertos medios se diga un día tras otro que todo está fatal [esos mismos medios que, cuando están en el machito los suyos, no hacen más que echar flores]... solo es cuestión de objetividad, de presentar opiniones diversas y colegiadas, de tener la voluntad positiva de reconocer todos los servicios que tenemos y de los que gozamos. En fin.
Y que madrugué en sábado para salir de bolo hasta Malpartida de Plasencia, donde participaba en el acto de presentación del libro que el amigo Higinio Mirón ha escrito sobre su padre asesinado por las hordas fascistas en la guerra fratricida del 36. Hice mi viaje tranquilo pasando de los 22 grados de salida hasta los 33 grados que marcaba el termómetro en Malpartida a las 11:15 de la mañana... una pasada de calor. Me asombró que a esa hora, en sábado de verano y con la temperatura a tope, el auditorio chinato apareciese lleno hasta la bandera para asistir al acto de presentación del libro sobre Pedro Mirón... se notaba emoción en los previos y entre el público estaban algunos socialistas bejaranos a los que aprecio [me encantó encontrarme con Ángel Calvo Meirama]... me tocó intervenir en primer lugar y centré mi intervención en el tiempo, partiendo del eslogan que Orwell creo para el Partido Único de su “1984” [“Quien controla el pasado, controla el futuro; quien controla el presente, controla el pasado”], animando a los asistentes a no quedarse aparcados en la lucha por la memoria usurpada y a dedicarse a luchar a diario en la toma de partido por un humanismo positivo que nos lleve a un futuro de dignidad y justicia, pues desde mi punto de vista es el mejor homenaje que le podemos hacer a nuestros muertos. Estuve algo nervioso, ya que el ambiente era, como digo, muy emotivo...
Terminado el acto [que me parece que quedó bastante digno], me despedí con velocidad para huir pronto del calor asfixiante chinato y para intentar llegar a tiempo al homenaje sorpresa a mi amigo y cuñado Antonio Gutiérrez Turrión por cumplir sus sesenta años y por coincidir ello con su jubilación del mundo de la enseñanza... y llegué a tiempo de asearme un poquito y correr hasta el paraje de El Castañar para participar en la celebración... y la cosa fue también emotiva de cojones, con Antoñito derramando unas lágrimas por la sorpresa y regalándonos mil sonrisas francas y bien abiertas [de las que mí me gustan]... lo pasamos realmente bien y hasta Antonio se nos puso Cochise durante un ratito al ver que su hermano Leopoldo le regalaba un tamboril y una dulzaina... tomó los instrumentos y se arrancó con canciones serranas que me sonaron a gloria bendita... y así nos fuimos hasta la plaza de toros bejarana, donde se dio el colega un símil de vuelta a ruedo cantando canciones y moviendo el culete junto a sus hermanos y Francisco... de mareo y de puro triunfo esa actuación... y que me pareció que habíamos hecho algo bueno, algo que a Antonio le quedará grabado durante muchos años en el cajoncito memorial de lo entrañable... y me sentí muy feliz de verle feliz y colmado de afectos... ¡Un abrazo, campeón! [son las cosas de entrar de morritos en el mundo viejuno].
No ha sido un mal día, coño.


Comentarios

  1. Béjar es un lugar precioso, digno de ser visitado de incógnito y recreado por ti en esa plumilla que te he visto se acerca a un lugar mágico.

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