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Horaciana.


Cuando la voluntad de acabar algo se patentiza, no se debe luchar por lo contrario. Hay que saber terminar y vencer así a la voluntad humana de posesión, esa voluntad que termina haciéndonos infelices por empecinamiento. Y junto a lo que finaliza siempre asoma la lumbre de lo que nacerá.
Y es que me estoy haciendo ya más horaciano [mi venita Propercio murió hace mil años y el tono Catulo anda medio expirando]…

“Después de tantos días, oh, Venus, otra vez soplas el fuego de tus duras porfías; no más, por Dios, no más por Dios, te ruego, que no soy cual solía, cuando la hermosa Cínara servía. No trates más en vano –¡oh de amor dulce cruda engendradora!– rendirme, que estoy cano y duro para amar; vete en buena hora, revuelve allá tu llama sobre la gente moza, que te llama. Si un corazón procuras, cual debes, abrasar, y si emplearte debidamente curas, con Máximo podrás aposentarte; has allí tu manida, que de nadie serás tan bien servida… // … A mí ya no me agrada ni mozo ni mujer, ni aquel ligero esperar, que pagada me es la voluntad, ni menos quiero coronarme de rosa, ni la embriagada mesa me es gustosa…”*

*[‘Oda 1… Intermisa, Venus, diu’, de Horacio, traducida por Fray Luis de León].

Yo, a pesar de mi edad, seguiré aún escribiendo poemas líricos mientras corro el peligro de que al bueno de Morante no le ‘pille’ pellizco mi nuevo ritmo… seguiré perpetrando proyectos jovencitos con su fecha de cierre… seguiré provocando lo que pueda aunque no tenga dientes afilados que produzcan temor en otros ojos… seguiré en mis palabras amancebadas, en mis signos cabrones, en mis pellizcos bárbaros, en mis taras con cítara y desnudo, en mi vómito verde, en mis brindis con sangre, en mi ímpetu ciego y visceral… todo para el consuelo de un final predecible y plebeyo, ruin como yo mismo; sin muslos ya, torneados, con los que abrazarme el vientre, sin cabellos limpísmos con los que ponerle cortina a mis ojos, sin el velo de una piel que juegue al roce suave con la mía.

Los verdes años miran
con ojos verdes muertos
y no todo fue daño,
no todo ardió en suspiros.

El hombre se levanta
y prueba la mañana
igual que un vino viejo:

la huele, la degusta,
la escupe…
y en la boca
le queda la promesa
de un fulgor
que no tiene
ya tensión en sus músculos.

•••

Mi hijo Youssouph ya va a tener papeles, por fin, y lo beso, y me lo como, coño, que nos ha costado Dios y ayuda.
Un abrazo fuerte para mi Juanito [el mejor de los mejores], para Ana, para José Antonio, para Ramón, para Cipri, para Jesús M., para Jesús C. y para toda la gente buena que nos ha echado una mano con este chaval tan grande y tan oscuro.
Ahora, a trabajar.

Comentarios

  1. Seguirás como esa preciosa llama que maldice su suerte al dejarse domesticar, y que cuando te acercas (ella observadora, desconfiada) va y te escupe ("por si las moscas")!
    (Así? Pues no me parece mala defensa)

    Me alegro mucho por Youssouph. La foto lo dice todo!
    Y olé!

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  2. Ah, tu amigo es Joaquín Gómez??
    dnc

    ResponderEliminar
  3. Acabo de despertar de uno de mis ¿sueños? y lo he hecho cabreada, mucho, conmigo misma (como casi siempre). He dudado en venir, aún dudo (como casi siempre, por todo), pero no puedo más que pedir perdón por hacerte leer cada día mis gilip.lleces.
    Eres un tío grande y, yo no sé que hago "AQUÍ".
    Alguien debería inventar una especie de alcoholímetro para medir el nivel de idiotez (humana), así si al soplar ese "trasto" pita, yo sabría cuándo callar.

    Y lo peor de todo es que mañana seguro que vuelvo.
    Dnc

    ResponderEliminar
  4. Visto lo visto... hazte a la idea de que escribo para ti... y muy feliz de hacerlo.
    Tener la certeza de que, por lo menos, una persona comparte mis cosas tristes y aburridas, ya es un punto.

    Un placer sentirte cada día, de verdad.

    Muac

    ResponderEliminar
  5. Me alegro por los PAPELES, pero pretender que Jesus C,tiene alguna sensibilidad ante los problemas sociales...es pretender mucho.Reiteradamnte nos demuestra la gran sensibilidad social que tiene..Por ejemplo aparcando el coche oficial en la plaza de minusvalidos...Incluso en epocas de Tregua de los hombres de bien, como el "compañero" Arnaldo.
    Repito el dicho:"Con esta izquierda no hace falta derecha".
    Saludos.

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