Acaso cuando encuentres lo que estabas buscando
percibas la mirada cenital
que sonríe y se asombra.
Dios será entonces
quien gastó sus monedas
para ver tu espectáculo,
un ser sobre el que huir
de ese otro dios traidor
que te entrenó en la suerte
de vivir repitiendo
los mismos movimientos
cada veinte minutos.
Si saltas al vacío
quizás no sea la muerte
quien te lleve a otra parte.
Quizás no sea la muerte.
Me encanta,todo, y lo q siento es n tener mas tiempo para releoirte -lo siento, no tengo tildes-. Solo el final d tus poemas, son otros poemas, en eso m recuerdas a Angel Glez. Jo. Bsos.
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