Mira cómo arquea las cejas
y aún no tiene un año.
Parece inteligente,
y cuando digo inteligente
me refiero a que parece mayor
o quizá no sé expresarme.
Al fondo están ya los compañeros
charlando bajito,
como si no quisieran perturbar
ese tiempo de parque.
Eh, que estamos aquí para hacernos notar,
para que sepan que hay una chispa aún
entre tanta hojarasca mojada.
Hablad alto, con energía, gritad...
Seydou jugaba al cucú
y arqueaba sus cejas
buscando que yo cambiase el gesto
para soltar la carcajada
y los compañeros
parecían avergonzados de lejos,
como intentando no ser
la cabecera de la protesta.
Las cejas de Seydou son mi pancarta.
Comentarios
Publicar un comentario
Por favor, no hables de mí... si acaso, hazlo de ti mismo...