La soledad es un absurdo cuando llega desnuda, cuando te abraza de pronto y te hace saber que lo que tú pensabas que era la soledad, no era más que un pobre sucedáneo para pasar mejor esos trastornos ciclotímicos, un sucedáneo que hasta te hace sentir bien... pero la soledad es un absurdo, un absurdo cabrón (y no hay nada peor en la vida que un absurdo).
A eso de las cuatro y media recibí llamada de Antonio para darme la noticia de la desaparición de mi amigo Josetxo... luego llegó Concha con los ojos enrojecidos y después me llamó Manolo... y de pronto me sentí solo, absolutamente solo, sin poder pensar en otra cosa que no fuera este vacío inmenso que me está tomando... también vino el abogado a reclamar no sé qué, pero apenas le hice caso...
¿Qué puedo hacer?... ¿tramitar de nuevo la idea de la muerte y poner confusión donde hay claridad meridiana?... ¿buscar consuelo en esos imbéciles pensamientos de vivir con intensidad lo que me quede?... ¿abrigarme para pasar el frío?...
Quedarse quieto. Eso es lo que se debe hacer ante la muerte. Uno debe pararse y dejarse a la nada por un tiempo, hasta que el mundo vuelva a latir con su dosis cabrona de olvido.
Josetxo me dijo hace unos meses que su mayor deseo consistía en conseguir decirlo todo en una línea de trazo suelto... y ya lo ha dicho... y eso es todo... una puta línea de trazo suelto que me ha dejado paralizado.
Te quiero mucho amigo mío
ResponderEliminargracias a ti conocí a Josetxo
él lo sabía y en el agradecimiento
la voz la palabra lo escrito lo dibujado
nos vamos dejando
así pues abrázame un poco
lloremos juntos
en el nombre de todos
los amigos
los buenos de la pèli
los que deben ganar al final
Y aquí estoy yo solo. Leyendo de madrugada en vez de dormir. Leyendo tus sentimientos. Anudandome la glotis.
ResponderEliminarDe los besos que recibí ayer...los he enmarcado.
Recibirás un abrazo mío. Es a "portes debidos". El precio es otro abrazo.
Querido Luis Felipe, lo siento mucho, te mando un abrazo muy grande.
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