He tenido la suerte, para mi solaz y mi regocijo, de tener hoy entre mis manos un ejemplar de Le livre sans titre, editado originalmente en 1830 por Audin, en París, y de autor/es anónimo/s, y reeditado en edición facsimilar, en francés, por Jeròme Millon editor. El libro es un tratado fantástico sobre los peligros de la masturbación y contiene un montón de delicadísimas ilustraciones que, desde mi punto de vista, no tienen parangón... tener este ejemplar entre mis manos me ha dejado satisfecho hasta casi el hartazgo, y también afilado por poseer un ejemplar con el que poder disfrutar durante largo tiempo (si alguien tiene acceso a un ejemplar o conocimiento de dónde conseguirlo, le ruego que me lo diga para que intente hacerme con él). Os dejo algunas de las ilustraciones para que las gocéis.
Debe ser de cuando te mandaban “al Canfrán a varear fideos” o incluso de aquella mar salada de los ‘mecachis’... el caso es que siempre llevo puesto algo de casa [que es como decir algo de antes] en la jodida cabeza... y nado entre una pasión libidinosa por decir lo que me dé la gana y un quererme quedar en lo que era, que es lo que siempre ha sido... pero todo termina como un apresto en las caras, mientras el hombre de verdad dormita entre una sensación de miedo y otra de codicia... ¡brup!... lo siento, es el estómago que anda chungo... y tengo ideología, claro, muy marcada, y la jodida a veces no me deja ver bien, incluso consigue que me ofusque y me sienta perseguido... a veces hago listas de lo que no me gusta y de los que no me gustan... para qué, me digo luego, y las rompo... si al final todo quedará en lo plano y en lo negro, o en lo que sea, que al fin y al cabo será exactamente lo mismo... es por eso que hay días en los que me arrepiento de algunas cosas que he hecho, casi t...
...masturba que algo queda...très bon.
ResponderEliminarTe aseguro que voy a intentar averiguarlo, tengo un colega que sabe un güevo de eso (de libros y ediciones, quiero decir). Mientras, tienes que leer "EL ARTE DE LA NOVELA" de Milan Kundera, toda una apología, me he acordado de ti, por aquello que decías-dices de que la novela es un "género menor"...
ResponderEliminarUn beso