He tenido la suerte, para mi solaz y mi regocijo, de tener hoy entre mis manos un ejemplar de Le livre sans titre, editado originalmente en 1830 por Audin, en París, y de autor/es anónimo/s, y reeditado en edición facsimilar, en francés, por Jeròme Millon editor. El libro es un tratado fantástico sobre los peligros de la masturbación y contiene un montón de delicadísimas ilustraciones que, desde mi punto de vista, no tienen parangón... tener este ejemplar entre mis manos me ha dejado satisfecho hasta casi el hartazgo, y también afilado por poseer un ejemplar con el que poder disfrutar durante largo tiempo (si alguien tiene acceso a un ejemplar o conocimiento de dónde conseguirlo, le ruego que me lo diga para que intente hacerme con él). Os dejo algunas de las ilustraciones para que las gocéis.
Viendo los sucesos trágicos que atraviesan el mundo del hombre en estos días, me apetece dejar una breve reflexión sobre ello para que no me quede la vergüenza propia de haberme callado… Las religiones son profundamente dañinas en lo individual y en lo colectivo, en lo cercano y en lo lejano. Siempre basadas en el miedo, en el temor, en la búsqueda constante de un estado de tristeza marcado a fuego en todas sus pautas morales, dirigistas, sometedoras de pensamiento, acodadas con fuerza al dinero y a los grupos de poder que emponzoñan las sociedades desde hace siglos… Por ello, no es peor un cristiano que un judío o un islamista, que son todos malos de raíz, perversos y fieros estabuladores de grupos humanos… Ordenan el odio y la agresión, las más bajas pasiones y la aniquilación de quienes no comulgan con sus mandatos morales. En periodos de paz penetran sibilinamente en las conciencias y procuran que en los poderes políticos y económicos estén sus fieles ordenándolo todo a su ex...
...masturba que algo queda...très bon.
ResponderEliminarTe aseguro que voy a intentar averiguarlo, tengo un colega que sabe un güevo de eso (de libros y ediciones, quiero decir). Mientras, tienes que leer "EL ARTE DE LA NOVELA" de Milan Kundera, toda una apología, me he acordado de ti, por aquello que decías-dices de que la novela es un "género menor"...
ResponderEliminarUn beso