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...y aguarda...



Dibújame tu paz en las arruguitas gestuales de mis ojos… o tus guerras pequeñitas, que da igual si es tu mano la que traza… posa tus dedos como labios en mis mejillas y deja que deslicen como culebrillas nerviosas por mi rostro… mírame fijamente mientras tanto… a los ojos, en los ojos, con los ojos… y aguarda.
La costurera del cuadro ‘Los paraguas’, de Renoir, me mira preguntando, casi me taladra mientras le da lo mismo la lluvia y se recoge el vestido con una elegancia inigualable… es un rostro perfecto en el que me detengo con mucha frecuencia, un gesto dulcísimo y quizás algo triste, pura belleza que golpea y busca toda la pasión que contengo… que me miren así todo el día es lo que quiero y que el resto no exista, como el atento caballero que busca en el cuadro la atención de la chica… algo parecido me sucede también con ‘La chiquita piconera’, de Julio Romero de Torres, o la mujer de ‘The dream’, de Tamara de Lempicka…

Mírame como la costurera de Renoir, como la piconera y como la mujer de sueño Lempicka… funde esas tres miradas para mí… y aguarda.




Comentarios

  1. Buenas noches, Luis Felipe Comendador:
    Pasaré mañana a comentar sobre las otras pinturas, pero, con lo que me gustan los cuadros de Renoir, que he bordado varios tapices con sus reproducciones, y en este de ‘Los paraguas’
    no me había fijado con tanto detalle como al leer tu entrada, que has transformado en un poema visual.
    Además, me ha recordado al “hombre de cristal” de la película ‘Amélie’.
    Te dejo una canción de Alizée.
    Un abrazo

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