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Crónica breve de un encuentro en Béjar


Con mi colega 'El Lobo' en El Regajo.

día 19 de marzo
Vinieron los amigos de los madriles [21 el viernes y los que se vayan sumando] y yo estoy sacrificando la soledad de mi fin de semana largo con alegría [la verdad es que estas actividades me cortan mucho el ritmo de trabajo y el de escritura].
Todo empezó magnífico, aunque con ese dormido relax de quienes viajan y no quieren horarios... llegaron, se alojaron en el Hostal Blázquez y comieron en Cubino [con una extensísima sobremesa]... y luego todo devino arrancando con un mal rollo que aún no consigo entender porque ya soy mayor y pensaba que los que somos mayores no tenemos rabietas infantiles [pero sí que las tenemos, coño]... un asunto de cuadros que colgar desató una ira particular que nos deparó una mala hora y cierto sabor amargo [lo siento, sobre todo, por Josetxo, al que le cayó un chaparrón sin saber por qué]... luego, después de un recorrido guiado por el mundo de la imprenta y la edición, todo se fue calmando y llegaron los poemas a sosegar y a traer de nuevo las sonrisas a la cara de la gente... unas cañas con risas y a seguir.
día 20 de marzo [mañana 9:43 horas]
No caí en la cosa de salir por la noche con mis amigos, pues estaba cansado como un perro por el trasiego de los ordenadores que ha donado Premysa a SBQ solidario y las agujetas hacían mella en mi cuerpo y en mi moral... así que me escapé a dormir como un cosaco en cuanto pude.
Por la mañana me levanté temprano y me vine a mi estudio a preparar el día con tiempo... hice la ruta mental para llevar a mis amigos a conocer Béjar y sus alrededores y preparé [acabo de hacerlo] una propuesta de tuneo, al modo de un cadáver exquisito, que voy a entregar a los madriteros para que hagamos una edición de muestra en común, pues creo que la mejor forma de engancharse a un asunto creativo es ponerse manos a la obra y quedarse boquiabiertos con los resultados [contaré, porque no lo he hecho hasta ahora, que este grupo de personas son alumnos de la Escuela de Escritura de Madrid –exactamente del grupo de Jesús Urceloy– y han venido a Béjar a pillar ganas de crear en base a algunas propuestas que yo humildemente pueda hacerles]. Y que me encuentro muy bien entre ellos, pues me llenan constantemente de esa cariñosa admiración que aquí no existe, y eso es como comerse un bocadito de gloria o un bartolo de crema [mil gracias, amigos].
Esta mañana pienso llevarles a conocer El Regajo, La Fuente de el Lobo, El Castañar y Candelario, además de darles una vuelta por todo el casco antiguo de Béjar mientras les cuento historias a mi modo de lo que es la ciudad, el paisaje ... y lo que eso supone en la impronta creativa. También quiero hacerles ver que caminar la ciudad con ojos distintos es apasionante... así que jugaremos a percibir detalles y a anotarlos, a crear universos de un minuto y, sobre todo, a hacernos preguntas simples y capaces de llevarnos al juego creativo por caminos que quizás no conocen.
Luego tengo previsto visitar a un empresario jamonero de la localidad para que compren lomos, chorizos y paletas [es petición expresa de Urceloy y unánimemente aceptada por todos con ojos de hambre].
Me gustaría aquí dejar ahora un comentario sin dobleces y tirado a algunos tipos oscuros de mi pueblo: este tipo de actividades culturales ‘privadas’ [sin sesgo institucional alguno y sin dinero público] le propician a la ciudad valor y latido en diferentes aspectos... el más importante, para mí, es el del intercambio cultural con personas sensibles... pero hay otros aspectos que hay que tirarles a la cara a algunos, y hoy me apetece hacerlo. Mis amigos del Taller de Escritura Creativa de Madrid [alrededor de 30 hay a esta hora desayunando mientras escribo esto] se han alojado durante tres días el Hostal Blázquez, han comido y cenado en Cubino [calculo unos 130 menús servidos en el fin de semana], hoy comerán en el Antiguo Mesón Fuentebuena, ayer se dejaron sus eurillos en Piel de Toro y en NOTESALVES, van a desayunar todos los días a la Italia y han pasado por El Ragajo de Chuchy y por La Alquitara de Miguel, entre otras cosas... y, además, están empapándose de Béjar, que les dejará su impronta, y seguro que han de volver [ahora solo falta que el imbécil de turno llame a la prensa, como hizo la última vez, para decir alguna estupidez sobre esta presencia ‘particular’ de escritores en nuestro pueblo].


Mi nueva y encantadora amiga portuguesa... todo un descubrimiento.


día 20 de marzo [tarde 16:14 horas]
Nada salió como lo había previsto, pues el día se nos vino infame en lo meteorológico y las visitas no resultaban muy apetecibles con tanto viento y tanta agua, así que decidimos hacer una visita a mi estudio de la calle Colón, donde les conté a los colegas la historia de mis diversos proyectos y donde pudieron ver mis ediciones de ‘El Árbol Espiral’, ‘Libros del Consuelo’ y ‘Cuadernos del Sornabique’... y luego a comprar embutido y jamoncito [se tiraron comprando más de una hora y media] para terminar en El Regajo del bueno de Chuchy tomando cervecitas y tapas calientes. Allí les puse ‘deberes’, entregándoles una hoja de 21x21 centímetros a cada uno para que la tuneen durante toda esta jornada y me la entreguen mañana con el fin de realizar un cadáver exquisito del que pienso hacer un ejemplar para cada uno. Fue curioso, pues una vez entregadas las hojas, todos se pusieron a trabajar entre las cañitas y las tapas como críos en el cole... y también hubo conversación, en la que descubrí que tengo entre esta tropa a Pepe, antiguo director de la Fundación March, a una encantadora portuguesa que es catedrática jubilada de Filosofía y a otra portuguesita con un algo poético muy especial; que tengo a la hermosa Morticia Monster [psiquiatra fetén y encantadora] y otros personajes de curiosa procedencia... todos son un encanto y da gusto departir con ellos un ratito, compartir experiencias y charlar de forma distendida.
A las tres los dejé de camino a Fuentebuena, donde piensan darse un banquete de fábula, y los espero sobre las seis para comenzar un turno de lectura poética en NOTESALVES.
Estoy cansadino y voy a dejarme caer en el sillón y echarle un vistazo al libro “Diarios de las estrellas”, de Stanislaw Lem, que me ha regalado Urceloy con esa generosidad tan suya.
Seguiré contando.


Marisol haciendo los deberes de tuneo que le puse.

Urceloy valorando cómo atacar la página propuesta.



Mis colegas trabajando entre cañitas.



Conversando con la filósofa lusa... fue una maravilla escuchar sus palabras y sus teorías [nótense los efectos del viento en mi cabellera desaliñada... que, por cierto, ya va teniendo claros].



Pepe y Morticia en plena creación... me encanta verlos así.

Este tipo me cae extraordinariamente y tiene su retranca... lo recomiendo.




Ella me explicó que se ha dedicado toda su vida a la cooperación y que ha vivido mucho tiempo en África... tenemos que hablar tranqui.




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