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No sé reposar...

Os dejo este cuadro, que está sin rematar aún, para que os hagáis una idea de la línea que pretendo exponer.
Ya me diréis si os gusta.

Llegaron Urce y Sol con sus nuevos libritos nuevos, “Puedo empezar así” y “Harto de dar patadas a este bote” [respectivamente editados por ‘Renacimiento’ y ‘De la Luna Libros’], y con saludos ‘Marinos’ emeritenses [ese tipo que edita mi novela nueva –si es que puede llamársele así– y que no hace más que decir que no vamos a vender ni una... ¡ay!, tonto... que dos o tres ya venderemos]. También me llega la noticia agradable de que la presentaré el próximo día cinco de noviembre en Mérida y que me hará la entrada el gran amigo José María Cumbreño, lo que me llena de alegría.
La verdad es que no pude atender demasiado bien a mis amigos, porque llevo todo el fin de semana con un dolor de cabeza insoportable que solo dio para unas cañas y poca conversación [preparar mi próxima exposición me llena de miedos y de malestares, de inseguridad y de trabajo, pues es exactamente igual que el remedo de novela en el que me he metido, una historia sin principio y sin un final que se presente aceptable o, por lo menos, que yo lo sienta digno]. Lo mejor es que mis amigos llegaron mientras estaba trabajando en unos cuadros últimos y dejaron comprado y pagado uno que les gustó [aunque aún no le he dado el remate].
Cuando me meto en un asunto nuevo no sé reposar, y es lo que me está sucediendo con la exposición, que me he metido en faena y tiendo a complicarme la vida en la medida en que voy viendo aparecer las imágenes sobre el cartón [estoy trabajando con cartones gruesos prensados en tamaño grande]... apenas puedo dormir y no veo el momento de tirarme sobre la mesa de trabajo para experimentar, estropear, garabatear, escribir sobre los cuadros, recortar y pegar... es como una droga dura que tiene efectos físicos sobre mí... y me queda poco menos de un mes para rematar mientras siento que lo tengo todo a medias y que no llego.
Por la mañana me vino a buscar Urce a mi estudio y nos subimos a tomar unas cañas a PdT y a charlar un ratito... nos contamos nuestros problemas y nuestras ganas, hablamos de amigos comunes y de proyectos, pusimos sobre la mesa algunos ratitos de literatura y hasta algunas guindillas de política actual... y acompañamos las cervecitas con tapitas de salchicha, lomo y calamares.
A esta hora ya van camino de Madrid y yo estoy como sin ganas, tiraíno, pero con esa picazón de cuadros por hacer que me alucina.
Dejo la escritura y vuelvo al tajo de enredar con cartones y tinta china... y me duele la cabeza... entera... y mira que la tengo grandona.

Comentarios

  1. ¿No presentarás en Badajoz?...aun así intentaremos ir a Mérida.

    Saludos y cuídate del dolor de cabeza!

    ResponderEliminar
  2. Nos hubiera encantado acompañarte en Mérida, pero para esa fecha no estaremos en Cáceres.

    Como en el teatro, mucha mierda.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  3. Baila, baila, baila, bailarina...
    (lease con música de ¿Víctor Manuel?)
    Es lo primero que me sugiere tu dibujo. Después, un anagrama de óptica o clínica dental, pero se te reconoce; es muy tuyo, sin duda.
    Venga, campeón, no te dejes abatir y sigue deleitándonos con tus dibus.
    B-sito y abrazos.

    ResponderEliminar
  4. Pipe:
    También iba un abrazo mío para ti.
    Pero como imagino la noche toledano del Urce y el Marino (yo me tuve que ir al curro muy a mi pesar) se le iría el santo al cielo.

    Te mando un abrazo.

    Y me guardo alguno más para el 5, cuando presentes la novela.

    Nos vemos allí.

    Elías

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