Oye, que fui a pillar mi ejemplar de “En busca del bien y del mal” de la estantería de mi estudio y, de pronto, me di cuenta de que tengo una extensa memoria lítica dormida junto a mis libros... mis dos estudios están llenos de rocas y de fósiles, y en mi casa hay bastantes pedruscos desperdigados por los muebles... y es que siempre que viajo suelo pillar alguna roca de la zona por la que camino, y hasta varios amigos acostumbran a traerme algún pedazo de mundo de sus viajes... el caso es que no había caído en la cuenta de que tengo una memoria de más de cien pedacitos del mundo... trocitos del Valle de los Reyes egipcio, geodas de Tanzania, estromatolitos del lago Manyara, fósiles de no sé dónde que un día me regaló Jaio, trozos de mármol de edificios emblemáticos derribados, lava volcánica del Etna y del Vesubio, bombas volcánicas del Monte Meru o de Kambi a Simba, arena del Sahara en un botecito y una rosa del desierto del mismo lugar, un nido de avispa fosilizado y pillado en Canarias, un canto rodado de Paracas y el trocito del Cañón del Colorado que hace unos días me trajo Joselín... y un montón de rocas más que me van a obligar en estos días a hacer memoria.
Quizás el dedicarle unas horas a mis rocas me vuelva a traer ganas de poesía otra vez.
Canto rodado de la playa de Barra (Aveiro, Portugal). Regalo de Guadalupe.
Te cuento, mi querido Luis Felipe. Esos dos fósiles proceden de la Sierra de Urbasa, el lugar al que yo huyo cuando la ciudad me aprieta y necesito cargar pilas. Esa sierra es la mayor extensión de hayedo 'paseable' de esta parte de Europa, lo tengo fotografiado en todas sus posturas, está a 900 m. sobre el nivel del mar y 50 kilómetros tierra adentro, y es un yacimiento de fósiles marinos impresionante.
ResponderEliminarLa zona donde me los encontré, es un lugar de triste nombre, lo llaman "El balcón de Pilatos" porque desde allí despeñaban a los republicanos durante la guerra civil. No obstante, es un lugar bellísimo.
También yo tengo esa costumbre, la de llevarme una piedra del lugar que visito. ;-D
Te equivocaste, Flanagan. En la primera foto, DONDE DICE "canto rodado de Paracas", DEBE DECIR "canto rodado de la playa de Barra (Aveiro, Portugal)". Te la traje yo, lo recuerdo perfectamente, así como la cara de estupor que me pareció ponías. Por esta vez te perdono.
ResponderEliminarUn beso.
Magullada ya del reposo amniocentésico al que me estoy viendo obligada, vengo y me marcho sin decirte nada... pero qué arissssca y geoda me estoy volviendo, cawoenla...!!
ResponderEliminarbsosbsoss
Flaquea mi memoria lítica, Adu... perdona el lapsus [ya lo subsané]. Mi canto rodado de Paracas tiene agujeritos y es amarillento...
ResponderEliminarUn beso gordote y mucho ánimo, amiga.
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Vaya embarazo que llevas, Donce... te deseo lo mejor, de verdad de la buena, eh?
Otro besote.
Creo reconocer, también, a la extraña formación que tienes entre la piedra del valle de los reyes y la geoda. También te la envié yo, me parece, porque es escoria de Altos Hornos, lo que flotaba cuando el hierro era caldo, que se usaba para hacer los adoquines de la calle. ¡Y me parece bellísima!
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