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Notas de mi cuaderno de octubre



  • Si la gente habla el lenguaje vulgar... ¿para quién escriben los académicos?
  • La actualidad está repleta de gente que no actúa.
  • Con gritos y sin criterio no vamos a parte alguna... y quizás con criterio y sin gritos, tampoco.
  • El hombre es un ser vivo con muy malas intenciones.
  • Un rebelde termina rico o termina muerto.
  • Economizar consiste en ser miserable con lo que tienes.
  • En el último siglo hemos pasado de ser parias a ser peatones.
  • Se bañaba siempre con unas gotitas de Fairy y no podía entender cómo no bajaba de peso.
  • ¿Por qué me hacen sentir siempre lo que digo?
  • Lo malo de la libertad es que solo pueden ser libres algunos.
  • Ahora todos se niegan a pagar por adelantado... antes, también.
  • Ya venden compresas con balas... por lo que se avecina.
  • Vienen tiempos de políticos incorruptos de Santa Teresa... ¿o eran brazos?
  • ‘Un hombre no merece la pena’... así piensan ellos.
  • Vivimos en una matemática de números complejos y nada imaginarios.
  • ¿La unión entre conjuntos es amor o sexo?... ¿y la intersección de dos circunferencias?
  • ¿Y si fuera cierto que no importa el tamaño?
  • Según los chinos, el mundo comienza a caer hacia arriba.
  • Cada género es un número en esta gramatemática económica.
  • Cuando cojea el monarca... algo suyo se quema.
  • Habrá que hacer psicologaritmos y esperar a ver qué sucede.
  • Los impuestos me dejan expuesto.
  • La moda doma.
  • ¿Por qué hay tantos perros que comen mejor que muchos hombres?... ¿De quién son?... ¿Por qué un perro tiene que ser de alguien?... ¿Por qué un hombre tiene que ser de alguien?... ¿Por qué el dueño de un hombre no le da bien de comer?
  • Ya va llegando el turno de los funcionarios... ¿quién lo iba a decir?... y eso es malo.
  • La conciencia es la muerte de la ciencia... ¿No sería mejor ‘sinciencia’?
  • ¿Dios es católico?
  • El domador vive en Manhattan.
  • Un día me dijo un cura: ‘Soy tu padre’... y yo le contesté: ‘Vamos a dejarlo en párroco’.
  • Mira que le doy vueltas... y no entiendo por qué se le ha ocurrido a alguien poner el Polo Sur abajo.

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