Leo mis últimos poemas en fase rem [los poemas, claro, no yo] y les aplico, como siempre, esa estragia deconstructiva que aprendí hace unos años de la lectura de Jacques Derrida, buscando las diferencias que existen entre el significado de las palabras que he utilizado y lo que en la realidad representan.
Es un trabajo que me encanta y con el que disfruto mucho, pues descubro en mi proceso expresivo un montón de situaciones metafóricas que yo había anotado en primera instancia como justa realidad.
De la deconstrucción obtengo riqueza de significados y suelo encontrarme con gratísimas sorpresas. En este proceso es donde empiezo a tomar consciencia del valor de mis poemas y, sobre todo, de la dosis de indicio y de potencialidad que contienen. Muchos parecen radicalmente distintos a mi mirada después de haber pasado el cedazo deconstructivo, ello a pesar de que apenas hago cambios sobre la idea inicial.
Es ahí donde aparecen las lecturas estratificadas de un poema que a primera vista trataba un sentimiento con exclusividad, de ahí surgen los caminos paralelos del poema y la posibilidad de hacerse únicos y distintos en cada lector/receptor… era éste un camino que siempre tuve la necesidad de controlar al máximo [es quizás lo único que intento controlar con tozudez de cada poema] y que descubrí en unos textos espesos de Derrida, de los que debo confesar que solo capté la idea que me interesaba [el interés lo creó la idea de deconstrucción, claro, sin que yo fuera a por ella] y dejé aquello por imposible, dándole a la idea Derrida una explicación simplista que me sirviese… y me sirve de maravilla.
Hoy he trabajado especialmente con estos tres poemas que siguen [de los que ya dejé nota hace un par de meses en otro formato]:
No mueras contra tu voluntad,
ni vivas cualquier necesidad
como una estética...
porque serás fracaso.
Lo que vas a pensar
ya está vencido
y tu más terrible enfermedad
es el consentimiento.
Formula un desafío
y déjalo morir,
porque la inspiración nace
de la vanidad
y va hacia ella.
•••
Todo lo que en ti sea noble
acabará por desprenderse.
No te esfuerces en la candidez,
trafica con los sentimientos
de los demás
y apura el cáliz
que te ha sido dado.
Seduce
y sé decadente,
que el triunfo
es la tristeza de mañana.
•••
Aprende a apreciar cómo camina
la sombra de los árboles
y si no quieres días amargos
jamás te aferres al recuerdo...
Y sé impreciso
como estrategia de resistencia
contra la precisión
de la muerte.
•••
Y después de darles un montón de jodidas vueltas deconstrutivas, he decidido que están listos para ser poemas míos, decididamente míos, pues hablan con precisión e indicio de lo que quiero decir ahora, de lo que soy, de lo que siento en este justo momento de vida casi hecha… son tres poemas que hablan fundamentalmente a mis hijos, porque están hechos desde mi verdad con cierta gana de iluminación, porque están armados para enseñarles lo que soy y lo que serán, porque hablan de valores concretos y de formas de paso, porque quieren llamar a las preguntas y a la reflexión.
En fin, que me siento satisfecho.
De FUMADORAS |
Magnífico.
ResponderEliminarEres una buena persona y sabes expresarlo.
Sutiles consejos para caminar por la vida.
Me gusta el tono sentencioso y moralista, como si fueras un autor medieval que cayera de golpe en el siglo del marasmo literario y las vejeces largas y sufrientes. Un moralista laico, eso sí. Mi favorita es la segunda parte del último poema.
ResponderEliminar(Te envié un correo a la dirección de lfediciones; no recordaba la otra. Ya me dirás)
JASáinz, qué alegría verte por aquí.
ResponderEliminarEnvíame el correo del que me hablas a:
felipe@lfediciones.com
un abrazote moralista y sentencioso.
Besos
A ver, que ando hoy con dosis extra de maizena:
ResponderEliminarEntiendo mas o menos la deconstrucción de tortilla de patatas de Adriá, pero nunca oí hablar de deconstrucción de poemas.
Anda, por favor, enrróllate y explícame un poquillo mejor esto, que me resulta sumamente sugerente.
Un abrazo, hermano.
Te mando la signatura de un documento del Archivo General de la Administración datado en 1902.Solo te valdrá si la madre de tu abuelo se llamaba Carlota Barbero Estévez, viuda de Felipe Sánchez.
ResponderEliminarAGA_TOPOGRÁFICO,12,52,CA,19399.