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¿Son tan peligrosas las palabras?


En 2007, la Comisión Federal de Comunicaciones norteamericana actuaba contra quien decidiera leer en público el poema “Aullido” de Allen Ginsberg [no sé si aún persiste esa prohibición, que procede de un mandato del FBI dictado en 1956]… D. H. Lawrence sufrió el silencio durante decenios por la presión de los victorianos norteamericanos [y el tipo era un genio de la expresión certera]… “Las flores del mal” de Baudelaire, que contiene piezas verdaderamente geniales, fue sometido a un duro proceso por la justicia francesa en 1857, que censuró sus poemas hasta que pudieron ser rehabilitados en 1949…
Quemas de libros por los nazis en la Plaza de la Ópera de Berlín [incluían a Proust, H. G. Wells, Jack London, Thomas Mann… así hasta más de 20.000 volúmenes] que eran reflejo de otras muchas quemas hechas en la historia por ideales políticos nefastos, como la que ordenó Akhenatón en el 1300 antes de Cristo para acabar con el culto a los antiguos dioses, como la que en el 213 antes de Cristo realizó Chi-Huang Ti para intentar destruir cualquier rastro de las ideas de Confucio, como la pérdida de más de 700.000 manuscritos en las diversas quemas de la Biblioteca de Alejandría, como las quemas ordenadas por el Papa Pablo IV a la Inquisición a partir de la nefasta edición del “Librorum prohibitorum”, como las quemas de la obra de Darwin en la Norteamérica de 1860, como las quemas que la dictadura argentina realizó en las plazas de Buenos Aires en 1980… o el bombardeo de la Biblioteca Nacional de Bosnia, ordenado por el general servio Ratko Mladic, que acabó con dos millones de volúmenes de un plumazo en 1992.
¿Son tan peligrosas las palabras?
Si se mira la Historia con detalle, a cada quema de libros, a cada prohibición de lectura, a cada periodo de censura…. siempre le siguen muertes, asesinatos, depuraciones y mucho sufrimiento social e individual.
¿Son de verdad tan peligrosas las palabras?
•••
Y que mi amigacho Emilio González está dando brincos porque su peli "Yo, tambien" obtuvo dos conchas de plata en el Festival de Cine de Donosti.
¡¡¡Enhorabuena, campeón!!!

Comentarios

  1. Claro que son peligrosas las palabras, para aquellos que tienen algo que perder.
    A veces, producen pensamiento.

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  2. Las palabras hieren. Las palabras hacen soñar. Las palabras curan. Las palabras hacen pensar. Las palabras permiten transimitir nuestros pensamientos. Las palabras sirven para debatir, para discrepar, para estar de acuerdo.
    Claro que pueden ser peligrosas.
    (Prohibido prohibir, pero aplícatelo tú también, mi querido Luis).

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