... pues reacciona, coño.
Viendo los sucesos trágicos que atraviesan el mundo del hombre en estos días, me apetece dejar una breve reflexión sobre ello para que no me quede la vergüenza propia de haberme callado… Las religiones son profundamente dañinas en lo individual y en lo colectivo, en lo cercano y en lo lejano. Siempre basadas en el miedo, en el temor, en la búsqueda constante de un estado de tristeza marcado a fuego en todas sus pautas morales, dirigistas, sometedoras de pensamiento, acodadas con fuerza al dinero y a los grupos de poder que emponzoñan las sociedades desde hace siglos… Por ello, no es peor un cristiano que un judío o un islamista, que son todos malos de raíz, perversos y fieros estabuladores de grupos humanos… Ordenan el odio y la agresión, las más bajas pasiones y la aniquilación de quienes no comulgan con sus mandatos morales. En periodos de paz penetran sibilinamente en las conciencias y procuran que en los poderes políticos y económicos estén sus fieles ordenándolo todo a su ex...
Las voces del más allá son las de ellos. Las nuestras son las voces del mundo gordo, del mundo bueno, del mundo insensible. ¿Lo es? Nadie se dice insensible, pero la sociedad civil en la que vivimos lo es. Más o menos, según donde toque. Las veces que he contribuído a organizaciones no gubernamentales con una pequeña (siempre) cuota mensual no me ha hecho sentir mejor ni eso ha producido en mí un bienestar inmediato, un estar mejor en el mundo, a salvo de la conciencia, que es una sombra jodida. Duele lo que se ve en el video muchísimo. Y al ver ese dolor piensas en el mundo que nos rodea, con sus vicios frívolos, con sus cuotas míseras de poder, con sus tanques y su banda ancha, con su industria del pánico y su pan y su circo y te da asco. Y ya no sé qué decir más. Seré uno de esos insensibles, al cabo.
ResponderEliminarYo no he podido llegar hasta el final. La música se corresponde con una canción que me enseñaron de niña las monjitas...
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