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Jamás es la victoria el final.

Jamás es la victoria el final de algo, porque los finales suponen extinción… La victoria debe ser siempre el principio de lo que ha de venir. Y no es buena ni mala, porque una victoria hay que hacerla posible justo después de asirla entre las manos. No hay que tomarla, hay que compartirla y llenarla de responsabilidad, hay que gestionarla y hacerla subir a los hombros de todos.
En la victoria deben buscarse cimientos de memoria que sean capaces de sujetarla, gentes cercanas que lucharon por ella sin poder degustarla, sentirla.
(21:42 horas) El misterio solo sirve para sojuzgar. Patente es su función en el plano religioso como acumulador de masas adormecidas… terrible resulta en política, tanto en las propuestas totalitarias [el líder se esconde tras un velo opaco y crea una parahistoria que suele rozar lo místico] como en las perversiones democráticas [políticos votados por el pueblo que invocan a lo oscuro por simplicidad para doblegar al contrario]… y ridículo deviene en el arte y la literatura, sirviendo como balsa de náufrago para los inútiles que no encuentran otra salida digna que no sea el hermetismo.
Lo malo del misterio es que funciona, funciona de puta madre y subyuga a la gleba hasta límites de auténtico peligro social.
Prefiero cualquier línea científica de pensamiento, por errada que sea, a una verdad sobrenadada en el halo mistérico.
De Tontopoemas ©...

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