La breve y preclara demostración del masoquismo de Dios que escribió Cesare Pavese es extraordinaria y abrumadora. Dice el colega: “Puesto que Dios podía crear una libertad que no consintiese el mal, se concluye que el mal lo ha querido él. Pero el mal le ofende. Es por consiguiente un trivial caso de masoquismo.”.
Debo escribir que don Cesare lleva ya muchos años siendo norte para este gañán, que me acompaña en la soledad, que me lleva a la sonrisa, que me hace ver claro, que me pone triste… pero, sobre todo, que me hace entender de una forma hermosa y me obliga a pensar buscando mi criterio.
Qué hacéis que no estáis corriendo ya a buscar en vuestra librería favorita “El oficio de vivir”. Sería perderse una parte importante de las cosas que nos ofrece la vida.
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A ver, una libertad que no consintiese el mal no sería libertad, digo yo, por lo que concluyo que Pavese también estudió en los Salesianos, con su estupenda diferenciación entre libertad y libertinaje.
ResponderEliminarPero por otra parte, si que concibo un dios masoquista....tiene su lógica:
siendo carne de su carne ahora si que entiendo que a Santa Teresa le pusieran sus anginas de pecho, que los mártires se dejaran comer por los leones con una sonrisa de oreja a oreja (si no empezaban por las orejas los leones), que Cristo fuera voluntariamente a la cruz y que a todos nosotros, en el fondo, nos da gustirrinín la idea de ir al infierno (no hay mejor cielo para un masoquista).
Gracias a Dios soy atea, pero si tengo ocasión construiré un "paseo de los dioses" como el Gog de Papini.