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El loco.

El loco me vomitó en la cara a media tarde y me dejó restos de su vehemencia para masticar… y salté, y me rompí en un estallido de ira hecho de la irresponsabilidad de otros, y grité como aturdido contra el mundo cercano.
Un tipo que estaba al lado me dijo algo así como: ‘esto te pasa por ser empresario’… y yo le contesté que me pasa por ser gilipollas.
Hacía mucho tiempo que no perdía los nervios de esta manera y salí corriendo hasta mi casa, a quitarme la ropa y a tumbarme en el sofá buscando calma… Este mundo de ingratos y vagos y burladores y sinvergüenzas me solivianta.
¿Cuál es mi meta?, ¿a quién y a qué me debo?, ¿por qué trabajo… si sé que el curro es mierda para sumar a la mierda y restarme?
Y todo en un día que debiera haber sido redondo, con visita Ortega [incluidos su santa y uno de sus hermosos zagales], con entrañable llamada de Fernando R. De la Flor, con mi Joselín cargado de marisco caro para la cena y con Guille y Felipe besándome.
Creo que voy a decidir estar reñido con el mundo otra vez, que volveré a encerrarme como un apestado y que me cagaré de nuevo en todos los símbolos del mundo.
El loco piensa, pero no sabe moderar sus gestos… El loco tiene perfectamente claro el lugar que ocupa cada uno, pero no puede callarlo… El loco se orina en las aceras sin sentir el rubor… por eso es libre y no tiene que aguantar las mediocres cadenas de los botarates con dinero ni a esos cuatro bebidos que se piensan tunantes y solo son escoria… la peor escoria.
La vida es tan sencilla como estar en ella o apartarse… igual que la poesía, amigo Pablo.
¡Bebamos y amemos, Lesbia! Hasta el final o hasta ver la porqueriza con ojos preclaros y bien abiertos.
De LECTORAS

Comentarios

  1. No te encierres, por fa, aunque a todos nos tienta en algún momento cerrar ventanas y puertas al olor fétido que algunos desprenden. No te encierres, porque si algo tienes que me mola es tu vitalidad, el deseo de vida que transmites.

    Muchos besos, corazón.

    ResponderEliminar
  2. No te encierres, por fa, aunque ya sé que a veces (a todos nos pasa) nos apetezca cerrar ventanas y puertas al hedor que algunos desprenden, pero eso es darles un poder que no tienen ni merecen. No te encierres, porque si hay algo de tí que me mola es tu vitalidad, la ilusión de vida que transmites.

    Visítame alguna vez, quizá te relaje:
    http://isabelhuete.blogspot.com/

    Besos grandes, grandullón.

    ResponderEliminar

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