Antes de entrar al horno.
“No te mando imágenes de los fracasos por la simple razón de que no quiero verlos cada vez que abra tu diario. Es puro egoísmo. Estoy todo el día tratando de conseguir algo medianamente interesante, pero ni yo ni la mayor parte de los que aquí estamos obtenemos resultados. Las piezas, antes de entrar al horno tienen buena pinta, pero la pifian constantemente. No logramos hacernos con el control de los hornos, no nos dejan y una y otra vez cometen los mismos errores. Además cambian los materiales sin previo aviso y lo que en pruebas funciona, en la pieza final no sale.
Es una situación completamente surrealista.”
•••
Hoy no tengo noticias, Albertillo, pues estoy mojicón otra vez, con la salud flipando conmigo a base de puñeterías que me traen medio desesperado. Estoy francamente agotado por el duro trabajo de las últimas semanas y me duelen esquinitas que ni sabía que estaban en mi cuerpo.
¡A la mierda!
Y me cisco en lo efímero, y me aburro de pensar en Ítaca, porque ya es demasiado camino para mí [aunque sé que mañana o pasado estaré en otro tono y mis palabras de hoy me harán parecer un gilipollas]; y odio a los que fueron a la playa y no han vuelto todavía, y juro por Belcebú que me la trae al fresco todo lo inexorable…
•••
Noto que me descoso por las noches y no duermo demasiado bien, y en el tranvía viejo en el que viajo solo [el tranvía de las sábanas] se me cruzan fantasmas que no conocí nunca y otros extrañamente familiares. Pocas veces en mi vida había recordado mis sueños al levantarme, pero ahora lo hago cada día de las últimas semanas.
Mis sueños son en un alto porcentaje lúbricos y libidinosos, casi carnales, y en ellos hay siempre un rito telúrico mezclado con la carne [que no sé de dónde coños sale siempre, pero aseguro que es carne de primera calidad]… luego hay otros, algo más esporádicos, que siempre tienen lluvia y chaparrones. En ellos soy como una voz en off que no se moja y veo desde arriba a los soñandos corriendo a refugiarse donde pueden… menos una mujer con un vestido negro que camina tranquila y me sonríe [su rostro, indefinible]… también sueño con un pedazo de queso rancio sobre una mesa vieja, y no hay ventanas ni lámparas, pero existe una luz muy tamizada que lo hace como un cuadro de Durero [nada se mueve en ese sueño]… y hace dos o tres noches soñé con Ángel González abrazado a mi cuello y caminando solos por una calle incierta… me decía al oído: “tanto la quise yo, que me quedé sin ella”… y yo no entiendo nada.
“No te mando imágenes de los fracasos por la simple razón de que no quiero verlos cada vez que abra tu diario. Es puro egoísmo. Estoy todo el día tratando de conseguir algo medianamente interesante, pero ni yo ni la mayor parte de los que aquí estamos obtenemos resultados. Las piezas, antes de entrar al horno tienen buena pinta, pero la pifian constantemente. No logramos hacernos con el control de los hornos, no nos dejan y una y otra vez cometen los mismos errores. Además cambian los materiales sin previo aviso y lo que en pruebas funciona, en la pieza final no sale.
Es una situación completamente surrealista.”
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Hoy no tengo noticias, Albertillo, pues estoy mojicón otra vez, con la salud flipando conmigo a base de puñeterías que me traen medio desesperado. Estoy francamente agotado por el duro trabajo de las últimas semanas y me duelen esquinitas que ni sabía que estaban en mi cuerpo.
¡A la mierda!
Y me cisco en lo efímero, y me aburro de pensar en Ítaca, porque ya es demasiado camino para mí [aunque sé que mañana o pasado estaré en otro tono y mis palabras de hoy me harán parecer un gilipollas]; y odio a los que fueron a la playa y no han vuelto todavía, y juro por Belcebú que me la trae al fresco todo lo inexorable…
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Noto que me descoso por las noches y no duermo demasiado bien, y en el tranvía viejo en el que viajo solo [el tranvía de las sábanas] se me cruzan fantasmas que no conocí nunca y otros extrañamente familiares. Pocas veces en mi vida había recordado mis sueños al levantarme, pero ahora lo hago cada día de las últimas semanas.
Mis sueños son en un alto porcentaje lúbricos y libidinosos, casi carnales, y en ellos hay siempre un rito telúrico mezclado con la carne [que no sé de dónde coños sale siempre, pero aseguro que es carne de primera calidad]… luego hay otros, algo más esporádicos, que siempre tienen lluvia y chaparrones. En ellos soy como una voz en off que no se moja y veo desde arriba a los soñandos corriendo a refugiarse donde pueden… menos una mujer con un vestido negro que camina tranquila y me sonríe [su rostro, indefinible]… también sueño con un pedazo de queso rancio sobre una mesa vieja, y no hay ventanas ni lámparas, pero existe una luz muy tamizada que lo hace como un cuadro de Durero [nada se mueve en ese sueño]… y hace dos o tres noches soñé con Ángel González abrazado a mi cuello y caminando solos por una calle incierta… me decía al oído: “tanto la quise yo, que me quedé sin ella”… y yo no entiendo nada.
Jope Luis Felipe, la tristeza tuya es lírica y lúcida.
ResponderEliminarMi morriña sin embargo, vaga solitaria, sin encontrar palabras con cuya belleza me pueda yo consolar o emocionar a otros.
Un beso.
Gua
Esto es una noria, o peor; un ventilador. Veremos qué tal la próxima vuelta ;)
ResponderEliminarPues estamos todos de "COJONES"!!
ResponderEliminarvaya tela....
Ah! (con tu permiso LF)
Hágame el favor D. Alberto: Mañana a primera hora, y sin falta, se acerca de mi parte al tío de horno y.... PUMMMBAA...., se lo carga de un golpe seco, ea, como a un conejo!
Tanta leche ni tanto suero ya, hombree!!!, qué manía tomé a esos chinos cabezorros, joé. También si quiere Vd., deje pistas falsas como si todo lo hubiese hecho yo, no me importa porque por desgracia tengo coartada...(llevo todo el año metida en este antro!grrrrrrrrrr)
Un besito, mojicón,
y otro para Gua(dalu)pita
Fdo.: una gatinina
Los sueños... ¡menudo tema! Te lo dice una que se acuerda casi siempre de sus sueños y que, a veces, según qué haya soñado, se levanta con un sabor muy amargo en la boca. Mis sueños suelen ser terribles y muchos de ellos repetitivos, y aunque no puedo saber por qué, estoy segura que alguna razón tienen. Quizá mi cabeza sea un reino arrasado por un poderoso enemigo del que sólo quedan ruinas.
ResponderEliminar¡Animo, soñador!
Un besazo.
http://www.flickr.com/groups/catching_sunshine/pool/
ResponderEliminarpara sus días de lluvias