Ir al contenido principal

Entomología.

Ya he aislado el problema, mi problema con la escritura, y lo he aislado después de muchos meses de buscar en vano la razón de mi sequía. Después de “Esa intensa luz que no se ve”, un poemario en el que me sentí vivo y atinado, tome hacia la palabra cierta actitud entomológica [aquí está el término clave que me ha solucionado las dudas y seguro que me llevará a poner soluciones], de tal forma que tomaba [tomo] las palabras como maravillas coleccionables para clavar con sumo cuidado en la pared de mi estudio y deleitarme mirándolas. No caí en que las palabras, así usadas, están muertas, son carcasas incapaces de contener alma.
Me pudo la estética por primera vez [que yo recuerde] y he ahogado en ella toda mi capacidad creativa.
Me da rabia haber caído en la trampa de la entomología poética, y me siento vulnerable, porque siempre me afirmé en la poesía viva, en el indicio y en la claridad.
Todavía hay esperaza, porque un problema deja de serlo cuando lo localizas.
(21:56 horas) Entiendo que la mejor árnica para mí está encerrada en poder acumular todo mi ímpetu en un intento de arte, que debo ser obsesivo con esta circunstancia y empeñarme cada día en hacerla realidad. También siento que debo aprender mucho, estudiar constantemente, pero caigo agotado nada más que me pongo a intentarlo. Estoy poniéndome viejo y ya no es solo una sensación psíquica, es algo físico que va sucediendo y que se traduce, sobre todo, en que me duele todo el cuerpo cuando despierto de madrugada, en que me agoto al menor trabajo físico [también es culpa del exceso de tabaco] y en que decaigo donde antes era capaz de poner fuerza y sonrisas. Necesito con urgencia escribir un poema que diga todo esto con capacidad de extenderse, un poema hecho con las vísceras, con todo el agotamiento que acumulo, con la angustia que me llena cada día con más frecuencia.
El miedo para acometer ese poema, ahora, es el de caer en el absurdo exhibicionismo del poeta y volver a patentizar el decorado y no el sentimiento.
(22:35 horas) Acabo de subir a por tabaco al bar de arriba y he salido pitando al ver a toda la masa pepera con banderas diciendo que Acebes iba a pasar a tomarse unas cañas en ese local. Me jode que este tipo abyecto pueda pisar donde yo piso a diario y ocupar alguno de los asientos que me dan corto reposo en los cafeses. Me jode, de verdad.
De Tontopoemas ©...

Comentarios

  1. Me paso por aquí de vez en cuando o de vez en vez como dice una amigo muy amigo y me gusta, no se si tanto como a mi "príncipe" la portada de tu libro Nos vemos en el cielo jajaja. Un beso.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Por favor, no hables de mí... si acaso, hazlo de ti mismo...

Entradas populares de este blog

Al Canfrán a varear fideos...

Debe ser de cuando te mandaban “al Canfrán a varear fideos” o incluso de aquella mar salada de los ‘mecachis’... el caso es que siempre llevo puesto algo de casa [que es como decir algo de antes] en la jodida cabeza... y nado entre una pasión libidinosa por decir lo que me dé la gana y un quererme quedar en lo que era, que es lo que siempre ha sido... pero todo termina como un apresto en las caras, mientras el hombre de verdad dormita entre una sensación de miedo y otra de codicia... ¡brup!... lo siento, es el estómago que anda chungo... y tengo ideología, claro, muy marcada, y la jodida a veces no me deja ver bien, incluso consigue que me ofusque y me sienta perseguido... a veces hago listas de lo que no me gusta y de los que no me gustan... para qué, me digo luego, y las rompo... si al final todo quedará en lo plano y en lo negro, o en lo que sea, que al fin y al cabo será exactamente lo mismo... es por eso que hay días en los que me arrepiento de algunas cosas que he hecho, casi t

RAP PARA MARIO

RAP PARA MARIO No sé cómo explicarte lo que siento Ahora que estoy de lleno en mi descenso Y esto se acaba, Yo sé que esto se acaba Y no quiero marcharme dejándote una nada. Rapeo por si acaso no te gusta Leerte en mi diario y si te asusta Que en versos ajustados a la norma Tengas que conocerme. De esta forma, Que es más de calle trece que la mía, Voy a contarte, Mario, lo que un día Hiciste de este tipo desastrado, A veces caprichoso y a veces desbordado: Yo era feliz sin más, o eso creía, Dejándome llevar por la poesía, Sabiendo que era falso casi todo Y riéndome, sin más. Era mi modo Jugar a ser bufón y, entre los popes, Decir las cosas claras. Hubo golpes, Que todo hay que decirlo, golpes bajos, Que supe digerir. En mis legajos De aquellos tiempos quedaron escritos Palabra por palabra y muchos gritos. También triunfé, que no todo fue malo Y di algún que otro palo.   ¡Que bueno!   Pasados unos años, Jugando a ser oveja en el rebaño, Dejé una vida hecha, o eso creía, Hijos, un curro

SER COMPETITIVOS